Contraste Norte-Sur
El contraste entre la mayor pluviosidad existente en el norte de la isla, con altas tasas de humedad, y el mayor número de horas de sol que se disfruta en la zona más meridional de Tenerife, tiene como resultado la existencia de diferentes paisajes, muchos contrapuestos, pero todos de gran belleza.
Dentro de los núcleos urbanos, es destacable también el contraste existente entre las dos grandes poblaciones de la isla, teniendo Santa Cruz de Tenerife un clima cálido durante todos las estaciones del año, y San Cristóbal de la Laguna uno más fresco y con un mayor número de precipitaciones al año, estando ambas ciudades separadas por apenas 10 kilómetros.
Microclimas en Tenerife
Los numerosos microclimas existentes en la isla de Tenerife favorece su rica biodiversidad, con una flora muy variada en diferentes puntos de la ínsula.
En el norte hay que distinguir entre la zona costera, en la que la influencia de los vientos alisios y el mar hace que la temperatura media oscile entre los 19 y los 23 grados. En altitudes de entre 600 y 1500 m aumenta el frío y la humedad, favoreciendo el cultivo de papas y cereales. A mayor altitud aumenta la sequedad del aire y pueden producirse nevadas en la estación invernal, con grandes contrastes de temperatura entre la noche y el día. Por encima de los 2700 metros, en las Cañadas del Teide, se puede encontrar una flora exclusivamente autóctona, fruto del clima de la zona.
El clima en el sur de la isla presenta una menor complejidad, caracterizándose por una calidez y luminosidad que favorece el turismo de sol y playa.
Los alisios y el mar de nubes
La climatología tinerfeña está muy influenciada por la calidez del cercano trópico de Cáncer, las corrientes oceánicas frías, la orografía isleña y los vientos alisios.
Aunque, por su situación cercana a África, a las islas Canarias les correspondería tener un clima seco, la parte de la isla que presenta una exposición a los vientos alisios está caracterizada por una mayor humedad y una pluviosidad bastante frecuente en zonas de mediana y alta elevación.
El conocido y espectacular mar de nubes que se aprecia desde las cumbres de Tenerife son masas nubosas estancadas entre las montañas y que llegan por el norte de la isla. Son estas montañas las que sirven de protección para la zona meridional y las que provoca esa eterna primavera que caracteriza a la costa sur.
